Dedicarse profesionalmente al mundo de la apicultura, normalmente, es cuestión hereditaria de generación en generación.

El cuidado de las abejas y la extracción artesanal de sus productos, especialmente la miel, se puede convertir en una profesión económicamente eficiente pero también ha de ser una pasión por la tradición que ello conlleva.

Cada vez son más las nuevas generaciones de jóvenes que se interesan por conocer el mundo de la apicultura, que se inician como apicultores amateurs y, posteriormente, es su modo de vida profesional. 

¿Por qué comprar miel?

Principalmente la gente se inclina a comprar miel por sus muchos beneficios:

  • Efecto antibacteriano 
  • Mejora los síntomas de los resfriados y suaviza la irritación de garganta y la tos 
  • Regeneradora de tejidos para heridas y quemaduras 
  • Alternativa natural al azúcar

¿Cuál es la mejor miel?

La miel puede tener muchos colores: blanca, color caramelo, marrón oscuro. Y puede ir desde casi trasparente hasta totalmente opaca. La textura también tiene una variación enorme, entre casi sólida y muy fluida. Estos son los aspectos que nos llaman la atención cuando vamos a comprar un tarro de miel.

Podemos decir que, cuanto más fresca sea una miel, más conservará sus compuestos naturales y sus aromas característicos. Las mieles muy líquidas, las que no cristalizan en ninguna circunstancia, suelen estar calentadas y eso perjudica su aroma, su sabor y también su composición.

Etiquetado de la miel 

Lo primero que tiene que incluir es la palabra “miel” en su descripción, ya que si lleva añadido cualquier otro componente ya no puede poner solo “miel”. 

Desconfía de aquellas mieles cuyo origen de procedencia no esté claro. No porque sean perjudiciales; simplemente porque las exigencias de seguridad alimentaria en la Unión Europea son muy estrictas y son garantía de que el producto que consumes es de la mejor calidad.

Que aparezca la dirección de la empresa que produce esa miel.

Que incluya la información nutricional.

La fecha de consumo preferente: la miel no caduca (por eso no pone fecha de caducidad sino de consumo preferente). Ese consumo preferente suele ser de unos 2 años desde que se cosecha y, a partir de ahí, se puede consumir aunque la miel va a ir perdiendo cualidades como su aroma y su sabor va ganando en acidez.

El producto estrella: Miel de romero 

Uno de los principales usos que podemos dar a la miel de romero es el de endulzante, al ser una miel de sabor dulce la podemos sustituir por el azúcar sin ningún problema.

Se trata además de una miel muy rica en litio, que nos ayudará a mejorar la memoria. Y como todo tipo de miel posee excelentes propiedades antisépticas que nos ayudarán a mejorar de nuestros catarros, resfriados, gripes…etc y además es un excelente antiinflamatorio.

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